El aceite de almendra tiene cientos de beneficios entre los cuales se encuentran: mejorar los niveles de colesterol; presentar acción antioxidante; estimular la digestión; aportar al funcionamiento cerebral; ayudar a la prevención de enfermedades coronarias y cáncer en general.
Está elaborado con almendras dulces de primera calidad y bajo un proceso de prensado en frío que conserva nutrientes biológicos esenciales para el ser humano tales como: ácidos grasos, colorantes naturales (carotenos) y antioxidantes naturales como el alfa tocoferol (vitamina E).
Según un artículo de The Journal Metabolism 2008, su consumo se relaciona con la regulación de la glucosa en personas con alto colesterol en la sangre. Su ingesta reduce significativamente la secreción de la insulina, lo que explica la asociación con la prevención de riesgos cardíacos.
Resulta muy interesante para la gastronomía, puesto que posee un suave y sutil sabor que permite disfrutar del gusto de la almendra. Se emplea en diversos platos fríos y calientes, pero no es apto para las frituras.